¡Qué hermosa es la presencia real de Cristo en nuestras vidas! Jesús nos ha dicho que donde dos o más se reúnen en su nombre, ahí está Él, que donde hay amor ahí está Dios. El amor que nos une, que nos hermana es la comunión. Todos los hombres estamos llamados a la comunión, pues tenemos algo en común que nos une: nuestra condición de hijos amados de Dios, creaturas de sus manos y de su amor. No importa si los que nos rodean creen o no creen en Dios, es suficiente mi fe, tu fe, para crear lazos que nos unan como hermanos. Este canto de Jesús Zaglul (SJ) canta la comunión de Cristo en la Eucaristía y la comunión entre los hombres, consecuencia de los que comulgamos su cuerpo. Espero que te guste este canto tanto como a mí y su mensaje deje huella en tu corazón. SI quieres escuchar la versión original, puedes encontrarla en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=7h-_Byk20rc .
Nuestra vocación como cristianos siempre será el amor a Dios y al prójimo. Ahí nos realizamos como personas, en cada una de nuestras dimensiones. La gratuidad de Dios para con nosotros nos lleva a ser regalo para los que nos rodean, a regalar nuestra vida, pues poniéndola en las manos de Dios está segura, y nadie podrá separarnos de Él. ¡Dios nos rodea e inunda tiernamente con su misericordia en cada momento! Perder la vida es encontrarla, ser los últimos es ser los primeros. Que Dios nos conceda escuchar su voz siempre, sobre todo cuando la tentación de no donar la vida se hace más fuerte. ¡Dios te bendiga!
¡Antes que nada una disculpa por no haber subido algún video en este tiempo!
Hoy les comparto este hermoso canto de “Martín Duarte”, del grupo Metanoia, llamado “Señor, Tú me conoces”. Este canto fue como amor a primera oída, jeje. Martín tiene una gran voz, y su estilo latinoamericano es excepcional. Ojalá puedas escuchar la versión original del canto buscándolo por su nombre.
Dios nos llama, y nos conoce. No hay sorpresas para Él. Él sabe nuestros pecados, nuestros dones y virtudes también. No nos ha llamado porque somos buenos, sino porque su gracia quiere transformar nuestra persona y nuestras vidas para que seamos inmensamente felices. Escúcha Su voz en este canto que nos repite siempre: “Sigue caminando, no te dejaré perder".
