lunes, 12 de febrero de 2018

La señal - Evangelio de hoy Mc. 8, 11-13

En el Evangelio de la celebración eucarística de hoy lunes 12 de febrero, me tocó presidir la Misa en nuestra hermosa Basílica Santos XII Apóstoles, aquí en la Curia general.
¡Qué difícil predicar en otro idioma que no es tu lengua madre! Pero, gracias a Dios, lo logré. :)

El Evangelio nos habla de los fariseos que, acercándose a Jesús, se ponen a discutir con él y para ponerlo a prueba le piden una señal del cielo. Jesús se niega con una fuerte respuesta: ¿por qué esta generación pide una señal? Y se fue a la otra orilla.
Nosotros, como discípulos de Cristo, muchas veces le pedimos una señal, ¿está mal esto? ¿a esto se refiere Jesús? Seguramente no, vamos a explicarnos. 
A veces en nuestra vida diaria, buscamos una confirmación divina para asegurarnos si esta sea la voluntad de Dios en mi vida, por ejemplo, cuando sentimos el llamado a la vida consagrada, cuando los padres no saben qué más hacer por los hijos, cuando se presenta una situación dudosa y no sabemos qué camino elegir. ¡No está mal pedir a Dios su luz! Pues ya creemos en Él, y nuestra petición no es "para creer en Él" o para "ponerlo a prueba" (tentarlo). Otra cosa sería si fuésemos personas que no queriendo creer en él y no queriendo cambiar de vida, y sabiendo en el fondo qué camino agrada a Dios que yo tome, aún así nos aferráramos a un camino distinto. Ahí sí, me parece, nuestra señal del cielo quedaría sin llegar, pues ya en el corazón Dios nos ha dado la respuesta. Lo que nos pide en esos momentos es confianza, creer en su Palabra y que su voluntad es lo mejor para nuestra vida... nos pide fe.

A veces, nos comportamos como personas que se esperan que Dios haga lo que queremos, y nos olvidamos que en el camino de fe, la cosa es justo al revés. Dios se espera que nosotros hagamos su voluntad. La confirmación la "veremos" al habernos decidido por sus caminos, la experimentaremos muy en el fondo de nuestro ser, con una certeza que nadie nos podrá robar. 

Para terminar, te comparto una experiencia muy personal. Hace ya bastantes años, tuve la tentación de abandonar este camino franciscano de consagración, y quería experimentar la vida trapense. Pedí permiso a mis formadores, y fui. Estuve 5 semanas de experiencia con ellos, y la verdad, estaba muy feliz. Todo me parecía bellísimo: el silencio, el trabajo, la oración, ni se me hacía pesado levantarme a las 4 a.m. Y ya cuando estaba por concluir mi tiempo de experiencia, y aún con la duda en el corazón, los últimos días el Señor me habló. Me regaló un momento fuerte de su verdad, y me dijo: ¿Quieres esto? Yo pensaba dentro de mí: ¡SÍ! Y sólo me dijo en pocas palabras: No es lo que Yo quiero para ti. Y fue una experiencia tan tremenda confirmar que Dios me ofrecía el camino franciscano, que era el que Él quería para mí, que tomé mis maletas y me regresé a mi convento. Y desde entonces, muchas otras veces me lo ha confirmado.
Una confirmación del cielo no es ver una luz, ni que se te aparezca la Santísima Virgen María, ni que una imagen de yeso te hable, ni cosas similares. Habiéndote decidido por Él, si repetidamente te llama a la conversión, si repetidamente te invita a confiar más, si repetidamente te hace experimentar tu pequeñez y que sólo su gracia te es necesaria, si repetidamente de deja desconcertado por su voluntad, te sorprende siempre, si repetidamente de llama a abrazar la Cruz, esa es la señal.

Última publicación

Canto: "Agua de Vida" - de Andrés Degollado - Canta fray alex

Agua de Vida. Descarga este y otros de mis cantos aquí: https://frayalexblog.blogspot.com/p/mp3.html   Agua de Vida M. y L. Andrés Degollado...